No Eres lo Aprendido

Reflexiones que Transforman #11

Hay un periodo en nuestra vida que está lleno de magia, inocencia y gozo. Dicha etapa es una de las más hermosas que raramente es investigada y analizada con la comprensión profunda que necesita. Ya que en ella hemos aprendido cosas que marcarán cómo viviremos la vida y la creación de nuestro futuro.

Hablo de la niñez o la época cuando éramos bebés.

Al inicio de nuestra vida hemos ido acumulando conocimientos y experiencias para saber manejarnos a través de ella y poder así vivirla acorde a lo que fuimos aprendiendo.

Es por eso que, si tenemos una experiencia en cierto momento de nuestra vida, en donde no nos va muy bien en el amor, no nos va muy bien en la escuela, esas experiencias donde nos sentimos rechazados o nosotros rechazamos a alguien.

Si ponemos un poco de atención a estos ejemplos, nos podemos dar cuenta de que aprendimos y fuimos concluyendo cosas en nuestra mente en base a dichas experiencias, interpretaciones, al diálogo interno que pasaba en ese momento con sus pensamientos, etc.

Y todo eso se fue grabando como canciones en un disco rayado en nuestra cabeza, que se fueron repitiendo una y otra vez dentro de nosotros a lo largo del tiempo. Impactando y condicionando la forma en que nos veíamos a nosotros mismos y al mundo. 

Por ejemplo, si tienes una experiencia no óptima en las relaciones, puede ser que a la larga te quieras proteger y no ser herido, no ser lastimado y no te quieras exponer por miedo a ser enjuiciado. Y esto, obviamente causa un conflicto interno en uno mismo, porque no te permites ser, tienes que tener cuidado de quién eres o tienes que poner mucha atención a quién debes ser para ser aceptado, ser amado, ser reconocido.

Y sumándole a todo esto, hay algo que se mezcla con otras cualidades inconscientes de que uno en verdad no sabe quién es. Lo comento porque la mayoría si supiera quién es en verdad, nada de estrés sucedería en sus vidas. Es raro encontrar a alguien que sea honesto y sea veraz con el hecho de que no sabemos qué es el amor, ya que es algo aprendido de la sociedad, las películas y las canciones.

Cuando llegamos a este mundo, cuando nosotros llegamos en esa inocencia, cuando llegamos a este juego de exploración, veníamos con una inocencia y con una apertura que no había miedos, no habían dependencias, no habían rencores, no había culpa, no había nada de eso. Lo que había era simplemente apertura, disposición de jugar, amor, apreciación, había un reconocimiento de la maravilla de lo que era el mundo, cada elemento en la creación era maravilloso por experimentar, cada color, cada sabor, cada textura; entonces viene un proceso de juego, de saborear, de experimentar, esto que le llamamos vida.

Pero como les decía, a lo largo, empezamos a experimentar que somos un nombre, que somos una identidad, que tenemos un cuerpo, cómo funciona el cuerpo, si es hombre, si es mujer, etc., vienen ciertas cualidades que empezamos a gestionar o a aprender a lo largo de esa vida.

Y a qué voy con esto, que cuando nosotros llegamos al mundo no sabíamos quiénes éramos, no éramos una idea. La idea de quienes somos ahora es un aprendizaje social, donde hoy socialmente se usa nombre y apellido o dos apellidos en algunos países, género, nacionalidad, que desde la perspectiva de la naturaleza, del amor, de la igualdad, no existe eso.

A nivel naturaleza, no existe pasaporte, no existen fronteras, simplemente hay diferentes realidades de juego, diferentes experiencias.

No hemos puesto atención a esa cualidad de perspectiva en donde uno es lo que ha aprendido, uno actúa en base a lo que ha aprendido, uno trata de obtener lo que quiere, lo que desea en base a lo que ha aprendido. Y se nos ha olvidado que en medio de todo esto hay alguien o algo que llegó a esta realidad puro, inocente, lleno de amor, completo, pleno y libre pero se nos fue olvidando que esa era nuestra esencia.

Que en los primeros años de vida, nosotros estamos más cerca de la verdadera realidad, que después de muchos años donde el estrés, la impotencia, la duda, la ansiedad, los miedos nos ganaron, la separación del uno con el otro nos ganó; y el resultado es que hay mucho estrés, hay muchísimas cosas que nos mantienen asfixiados o en un estrés continuo que parece no terminar.

Y de eso se trata este espacio, compartir con ustedes esa luz que me iluminó después de mucha práctica de descubrimiento, de autoindagación y uno tener la fuerza suficiente para  cuestionar realmente todo, cuestionar la vida, las personas, la sociedad, la forma de pensar, las creencias, mi mismo, quien soy, quien no soy, cuestionarnos todo y realmente ver que hay más allá de aceptar algo como verdad, de aceptar algo como dogma, como si fuera una realidad.

Si yo concluyo que soy algo y no me abro a que puedo ser alguien o algo más, ya me estoy cerrando a más posibilidades, es cuestión de empezar a reconocer que hay una experiencia tan pura, tan bella en uno mismo que tiene un potencial de crecimiento, de expansión, de reconocimiento, mucho más grande que lo que hemos aprendido de los demás y que si pones atención verás que te reconocerás a ti mismo libre de toda atadura y  libre de vivir en verdadera Libertad.

Cuando nacemos, cuando llegamos a este mundo es una experiencia tan pura, abierta, sencilla de contemplar, de presencia, de magnetismo donde uno está totalmente presente, uno esta tan conectado con uno mismo y con la vida; y lo empezamos a experimentar más adelante, más consciente de estas cualidades mientras fuimos creciendo.

Te empiezas a reconocer y a conocer, por ejemplo, en el deporte, en el arte, tu intelecto igual era muy agudo, por ejemplo, en las matemáticas, y empiezas a reconocer estos talentos, estas fortalezas, y también las debilidades o las cosas que uno no tiene de fábrica; uno lo empieza a reconocer mientras va creciendo, pero también se va aprendiendo.

Algunos talentos ya los tenemos y hay otros que los tuvimos que trabajar para tener más herramientas para vivir, para expandirnos en la vida para ayudar, para dar, para crear, para explorar en la vida.

Pero detrás de todo esto, si vemos un poquito hacia atrás en el tiempo, hay algo que ha estado experimentando la vida, hay algo que ha estado sintiendo los sentimientos, que se ha dado cuenta de los pensamientos, de la manera de pensar, de la manera de crear, y ese algo es algo que no le hemos puesto atención, a ese algo yo le llamo el Ser, tu verdadero Ser. Eso que siempre ha estado en toda situación, experiencia y momento.

La invitación es despertarte la curiosidad de investigar y el deseo de saber quién en verdad eres. No eres lo aprendido, jamás serás los objetos observados y contemplados por tu atención. Indaga y te descubrirás de esencia sin condiciones ni fronteras.

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Reconecta con la grandeza de tu verdadero Ser.

Conoce el poder que siempre has tenido sobre las decisiones, acciones y resultados de tu vida.

Descúbrete a ti mismo. ¡Ya es hora!

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Saludos, te amo y te mando un fuerte abrazo.

Sarkhan

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